No, no me vas a escuchar decir palabras vacías si nos sentamos cara a cara.
La esencia no se basa en lo superficial, es un grito que urge desde adentro.
Un grito propio.
Justicia, busco justicia. Pero la justicia no se basa en lo relativo, la justicia se lleva en la sangre.
Forjo mi propio camino.
Y ahí el camino de los falsos profetas,
tengo que confesarlo
siempre aborrecí la ignorancia.
Verlos afirmar una verdad tan poco genuina me causa algo de decepción
pensé que el ser humano si se esforzaba podía adquirir algo de juicio
pero es dominado,
ciegamente dominado.
Termina siendo algo absurdo, la gente se llena de poder con vacío.
Lo auténtico se vuelve irreal,
y en el último escalón,
aún con resignación y orgullo,
se sienten en el séptimo cielo.